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23 de abril de 2024
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En un mundo donde algunos medios de comunicación presentan la información sobre ciertos de asuntos según los intereses que representan, las energías renovables, mejor dicho sus costes, son uno de esos temas que generan controversia.
Por ejemplo, reducen la dependencia energética al ser recursos autóctonos, por lo que necesitamos importar menos combustibles fósiles de los productores de carbón, gas y petróleo. Además del ahorro, una elevada dependencia energética del exterior puede condicionar el suministro por cuestiones políticas o económicas con los países proveedores.
Ya que los costes originados por las energías renovables son previsibles y planificables, ya que no se tiene en cuenta el coste de la materia prima. Hemos sufrido las grandes oscilaciones en el precio del petróleo, muchas veces fruto de la especulación en los mercados.
Y lo más importante, las energías renovables crean empleo y favorecen la competitividad del tejido empresarial. Activan el desarrollo en zonas rurales, favoreciendo una mejor vertebración del territorio, y proporcionan un efecto locomotora tanto a nivel económico como tecnológico. Esta dinamización, crea nuevos puestos de trabajo.
Y no es que lo digamos nosotros. Podemos recurrir a un informe de la Agencia Internacional de la Energía (IRENA) demuestra como las renovables son fuentes de riqueza al emplear ya a más personas que el empleo ligado a todas las formas de combustibles de origen fósil.
Esto se produce por dos vías:
Globalmente, el empleo en renovables crece, y ha sobrepasado los 8,1 millones de puestos de trabajo. Sin embargo, la tendencia a la baja en el precio del petróleo ha provocado que se destruyeran a nivel mundial 350.000 puestos de trabajo.
Algo que nos gustaría destacar es el papel de la mujer en el sector de las energías renovables donde, según el estudio antes mencionado, también emplea a más mujeres que el del petróleo, gas y carbón juntos.
El boom de la fabricación de paneles solares ha llevado a China a ocupar un puesto destacado en los empleos alrededor de la energía solar, sumando unos 1,7 de los 2,8 millones de empleos existentes. El reverso de la moneda lo encontramos en la Unión Europea, donde el menor volumen de fabricación y ciertas políticas de algunos estados miembros ha dado lugar a una pérdida de puestos de trabajo.
Pero no todo son grandes instalaciones, como la planta termosolar 2 GW con almacenamiento que planea Solar Reserve en Nevada (EEUU), sino que a los países asiáticos y africanos con redes eléctricas inestables les viene muy bien reforzarlas con instalaciones solares familiares.
Para terminar subrayar que si los estados firmantes del Acuerdo de París (COP21) cumplen lo planteado en dicha Cumbre sobre el Clima, los empleos y la riqueza que aporta en el sector de las renovables seguirán en aumento, hasta alcanzar en 2030 unos 24 millones de puestos de trabajo.
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